Francisco Díaz Valladares. Libro-Fórum
Francisco Díaz Valladares, autor literario de carne y hueso, de amena charla y gusto por comunicar con sus lectores, nos visita.
Una jornada muy especial.
El autor abría hoy, 3 de marzo, el libro-fórum de su obra LA VENGANZA DE LOS MUSEILINES inmersa en el problema del islamismo radical. Empezó con "Me llamo Paco para mi auditorio" y nos habló de una vida viajera, de trece títulos a su espalda y de ganas de contestar a un público un poco cauto pero que enseguida entendió la franqueza del escritor y se soltó hacia una fluida y amena charla.
Foto tomada de la página IES LA ORDEN.
Felicito a todos mis alumnos de 4º por saber disfrutar de un día gris de marzo con la cercanía y brillantez del Paco que les tendió una mano que supieron aprovechar. Sólo unas pinceladas sobre la charla: presentación del autor, comentario sobre su vida en la embajada de Jordania y primer sobresalto, Paco es confundido con un posible agente secreto frente a la sede del Servicio de Inteligencia Jordano, nada más intentar conocer a fondo la ciudad de Amán. Uno se asusta. Una vida llena de viajes y estancias en países de culturas muy diferentes.
María Delgado ataca, “¿Los nombres de los personajes los busca dentro de un círculo de personas conocidas o los elige al azar?”. El autor responde que busca la fuerza que puede sugerir cada nombre que coloca y luego también caricaturiza un poco a sus personajes y habla de que hay nombres que casi “pegan”. Nos habla de perderse en el desierto y de la hospitalidad, del protocolo de un beduino dentro de su jaima (tienda de campaña). Otra voz, “¿ Sus obras están basadas en hechos reales?”.
Escribe de lo que ha vivido y luego más adelante nos habla de experiencias con redes de narcotraficantes y su “respeto” porque no lo tomaran por chivato o soplón de la policía. Fueron las vivencias para su obra LA BARCA DEL PAN, tres generaciones de pescadores que terminan traficando con droga. La anécdota del día y caracajada, Vanesa entiende el título como LA MARCA DE PAN. (Será Bimbo o Panrico)
No sé bien el orden de intervención pero exijo a algunos alumnos que se hagan oír y surgieron preguntas interesantes: Jorge: “¿Qué parte le gustó más a la hora de elaborar la obra de La venganza?", Vanesa: “¿Por qué el padre de Charo después del asesinato de Salma se encuentra con una milagrosa puerta abierta?”, a Vanesa le parece demasiado fácil. Vanesa no se rinde: “Un final muy abierto y para los sucesos tan nefastos que han sucedido”. Ante este aluvión va atando cabos para mostrarnos que la obra es creada por el autor y además debe ser recreada y desde miles de perspectivas por parte del lector.
También aprovecha para hablarnos de que sus obras no pueden ser consideradas cerradas pues no podemos agotar todas las posibilidades de un final, nos propone el ejercicio de inventar posibles finales. “¿De sus obras, cuál es la preferida?”, responde a María H. que casi son hijos que le viven y para cada cual tiene un amor especial. De por medio hay una pregunta de Guadalupe acerca de “melocotones en almíbar”, para Paco, caprichos del guión, para ligar, para conectar. “ Por ejemplo, si a ti te gustaran los churros con chocolate, imagina que el joven por agradar te los fuera dando siempre, porque sabe que son tus "preferidos”. A Inés, a María H. y a la que escribe nos llamó la atención que una violación se resolviera en el relato a través de una cita literal: “jadeo universal”. Estaba tan atenuada… que nos quedó la duda. El autor responde que no gusta de la brutalidad gratuita.
Creo que Alejandro R. le pregunta por la fecha que recuerda como primera página literaria y nos sorprendemos porque un amor juvenil le obliga a pasar toda una noche en vela para a la madrugada terminar una hinchada declaración de amor, “ me enamoré hasta las trancas”. Hemos descubierto, no sé si gracias a la pregunta de Raquel que su autor preferido es por su brillantez don Gabriel García Márquez, ya tiene en el bote a Juanjo, que comparte la misma pasión. Una obra que calara profundo en él , LA CONJURA DE LOS NECIOS, de John Kennedy Toole, obra que vio la luz tras el suicidio del autor, por empeño de su madre, premio Pulitzer 1981, segunda anuencia de Juanjo. Me habré quedado algo en el tintero.
El autor se nos despide deseando haber transmitido a nuestros “polluelos” que se lancen a preguntar, a sentirse a gusto porque estén a gusto consigo mismos, tiene dos hijos, y firmas en los ejemplares. Hay días grises que dan para mucho.