Del 12 al 18 de marzo, un grupo de alumnos de 1º de Bachillerato ha viajado hasta Fritzlar, en Alemania, para participar en un proyecto Erasmus +. El centro educativo anfitrión, encargado de albergar este encuentro, ha sido Zespol Szkol Urszulanskich, y el proyecto que han desarrollado, bajo el nombre de “Highway to health” -en español, “Carretera hacia la salud”- tenía como objetivo diseñar y crear un ebook sobre estilos de vida saludable para concienciarnos de la importancia de que todos debemos preocuparnos de nuestro bienestar físico y mental. También forman parte de este proyecto otros centros educativos de la UE, como son Varppeen Koulu de Laitila, de Finlandia y el Istituto Tecnico Statale Carlo Cattaneo de San Miniato, de Italia.
En total, han participado más de treinta alumnos procedentes de todos estos centros, entre los que se encontraban, por supuesto, los nueve representantes del IES Vegas Bajas -Irene Gordillo, José Gómez, Marta Mendoza, Azra García, Pablo Velo, Sara Casco, Marta Almendro, Nacho Rodriguez y Sofía de la Fuente-, acompañados por dos de sus profesores, José Antonio Muñoz y Youness Daouani.
Durante todos estos días, los alumnos han trabajado muy duro en el proyecto, aunque también han tenido tiempo para disfrutar de visitas culturales por la zona y de momentos de convivencia con las familias alemanas en las que se han hospedado, lo que les ha permitido conocer las costumbres y los hábitos de vida del país anfitrión.
El programa de actividades comenzó el lunes día 13 con un bonito acto de bienvenida en el que alumnos, profesores y el propio director del centro recibieron a los participantes del proyecto. A continuación, se realizó un tour por el colegio, a lo que siguió un curso intenso de alemán, distintas dinámicas de grupo para que los alumnos se conocieran y comenzaran a trabajar en el proyecto. Después de comer, alumnos y profesores disfrutaron de una entretenidísima tarde jugando a los bolos en la bolera de Fritzlar. No sé por qué, pero ¡apuesto a que los alumnos les ganaron a los profesores!
En jornadas sucesivas, las mañanas se dedicaron casi íntegramente a que los alumnos avanzaran con el proyecto, para lo cual se valieron del programa de edición Bookcreator. ¡El resultado final del trabajo fue sencillamente fantástico! Lo que sí es cierto es que no hubiera salido todo tan bien si por las tardes no se hubieran buscado espacios de convivencia en los que se hicieron actividades muy saludables y divertidas como, por ejemplo, rutas de senderismo por el Lago Eder o sesiones de Pound Fitness, que combina ejercicios de tipo aeróbico, pilates y yoga con golpear el aire al ritmo de la música con baquetas como las de los baterías de los grupos de rock. That was fun!
Ya a final de semana, alumnos y profesores pudieron disfrutar de una recepción en el Ayuntamiento de Fritzlar, donde los recibió con gran amabilidad el alcalde de la localidad. Tras este bonito encuentro, llegaba el viernes, último día de convivencia en el que hubo sentimientos encontrados porque todo llegaba a su fin y, por tanto, la alegría que había perdurado durante todos esos días adquirió tintes de cierta tristeza en la fiesta de despedida (Farewell-party) que tuvo lugar la tarde del viernes. Sin embargo, todo había salido a pedir de boca: nuestros alumnos habían hecho un gran trabajo dentro del proyecto, tenían nuevos amigos (esta vez europeos) con los que habían compartido experiencias emocionantes, y ahora ya pensaban con un posible y ansiado reencuentro en un futuro. ¿Se podía pedir más? Pues no. Y es que no cabe duda de que nuestro Team Erasmus VB ha aprendido, se ha divertido, ha vivido y ha soñado en una pequeña localidad alemana llamada Fritzlar. De eso se trataba.