
El IES Vegas Bajas participa en el Desafío CanSat
Un grupo de alumnos de 4º de ESO del IES Vegas Bajas ha participado en el desafío CanSat, una iniciativa de la Agencia Espacial Europea que anima a estudiantes de toda Europa a construir y lanzar un satélite del tamaño de una lata de refresco. Como cuentan los profesores que han coordinado este fascinante proyecto en el centro, “el desafío comenzó en noviembre del pasado año, cuando nos llegó la información sobre el proyecto y vimos en él una oportunidad apasionante para acercar la ciencia a nuestro alumnado. Después, tras un estricto proceso de selección, fuimos elegidos junto a otros once centros extremeños para luchar por representar a Extremadura en la fase Nacional”.
Dado que un CanSat es una simulación de un satélite real y el desafío para los estudiantes consiste en construir a escala reducida todos los subsistemas principales que se encuentran en un satélite, como la energía, los sensores y un sistema de comunicación, el alumnado participante ha tenido que formarse en diversas competencias, como la programación 3d, programación de placas Microbit, progamación en Python, diseño gráfico y sensórica. Para construir el minisatélite, estos pequeños ingenieros que conforman el equipo montijano, Rosario, Adela, Rafael y Clara, han tenido que dedicarle muchas horas de trabajo en los ratos libres, sobre todo en los recreos, si bien han contado siempre con la ayuda incondicional de sus profesores de Tecnología y Matemáticas. Además, han realizado venta de galletas para obtener fondos, han hecho difusión en redes y han diseñado camisetas del equipo con su logo, todo ello para promocionar esta interesantísima actividad.
Y después de tan arduo trabajo llegó el tan esperado día: el día del lanzamiento. Era el 18 de abril. El equipo “Vegas Bajas” se trasladó a primera hora de la mañana hasta el aeródromo del Moral, ubicado en Hinojosa del Valle. Su minisatélite iría a bordo del segundo cohete que se lanzaría a lo largo de la mañana. Tras preparar el satélite sobre el terreno y realizar las últimas verificaciones, el jurado hizo las comprobaciones sobre dimensiones y peso del satélite y dio el OK para el lanzamiento. Comenzó la cuenta atrás. Los nervios estaban a flor de piel. El cohete que se encargaría de lanzar el satélite medía 2,3m de altura y tenía un empuje de 750N, con lo cual alcanzó en pocos segundos una altura cercana a los 600m. Al llegar a su altura máxima, soltó el satélite, que desplegó su paracaídas, tal y como estaba previsto, y cayó dentro de la zona que estaba marcada. Después, tras recuperar el satélite, comenzó la carrera frenética de recopilar los datos que había recogido y justificar con ellos las misiones científicas que estaban planteadas en el proyecto.
Posteriormente, en el cercano hotel del Moral, los doce equipos participantes explicaron en qué había consistido su proyecto y defendieron de manera apasionada los objetivos que habían alcanzado. Aunque el equipo montijano no va a representar por el momento a Extremadura en la fase nacional, obtuvo un importante reconocimiento por parte del jurado al otorgársele el premio a las mejores competencias profesionales por su talento y por la calidad del trabajo realizado. Ha sido, sin duda, una experiencia muy “espacial”, con la que un grupo de escolares de Montijo nos ha hecho soñar con llegar un poco más cerca de las estrellas.